domingo, 12 de octubre de 2014

ETAPAS EN EL DESARROLLO SOCIAL Y SEXUAL.

En la infancia
De 0 a 1 años.
    La sexualidad en un niño recién nacido, está muy vinculado a la relación con sus padres. Su vivencia a través de los cuidados y las caricias de sus progenitores. A través de ellos se crean lazos afectivos que serán necesarios para el desarrollo social y sexual de estos niños.

       Desde la visión de la vida sexual del ser humano como algo flexible, cambiante y en permanente proceso de transformación, se capta en toda su hondura la realidad del hecho sexual. La sexualidad no tiene una sola función, ni es algo particular de un periodo de la vida del ser humano. No es algo rígido desde que nacemos hasta nuestra muerte. Cada etapa de nuestra vida tiene sus peculiaridades y la sexualidad no es ajena a esta realidad. Por ello, una visión positiva, enriquecedora y responsable de las bondades del sexo permite disfrutar de lo bueno de nuestra sexualidad en cada uno de los periodos de la vida.

      La infancia, a la que se ha considerado un periodo asexuado de la vida tiene, por el contrario, una gran importancia en la formación del ser sexuado. Cuando nacen, la niña y el niño tienen un patrón de conducta sexual poco diferenciado. A excepción de los órganos genitales, distintos en cada sexo, el comportamiento motor y sensorial es semejante en ambos.




De los 2 a los 6 años
En esta etapa de la vida del niño y la niña hay una serie de cambios fundamentales (motores e intelectuales) para su desarrollo en general y que tendrán un significado especial para el desarrollo sexual.

- El control de esfínteres y el modo de afrontar los padres y madres las circunstancias que los rodean puede influir en el desarrollo de la sexualidad del adulto.

- Los problemas de celos y su superación le van a permitir ver el mundo de las relaciones de modo menos egocéntrico y aprender que compartir no es perder, sino ganar.

- La curiosidad que siente en esta etapa se hace extensiva también a su sexualidad. De ahí que podamos hablar de curiosidad informativa hacia el mundo que le rodea, curiosidad por lo físico y lo emocional, y también en el plano sexual. El niño explora su propio cuerpo y las sensaciones que va percibiendo. Aquí se corre el riesgo de que la actitud de los adultos no sea colaboradora. Deben evitarse los gestos de desaprobación, los silencios o la incomodidad, porque se convierten en un cúmulo de mensajes para los niños y las niñas que influyen de manera notable en la percepción que tendrán sobre su cuerpo. Es evidente que el niño o la niña van a sentir curiosidad por el otro u otra. Querrán investigar en las diferencias físicas; aparecen conductas que se pueden denominar como voyeuristas (mirar) y exhibicionistas (mostrarse).

          Comienzan los juegos en los que los/as niños/as imitan conductas de marcado carácter sexual, que ven en su entorno, en la televisión. Incluso en los últimos años de esta etapa comienzan las actividades autoexploratorias y autoestimulatorias que pueden generar angustia en los mayores y provocar reacciones reprobatorias hacia el menor si no se contemplan como naturales y no se juzgan ni se intentan corregir. En esta etapa tiene una especial importancia el proceso de identificación e imitación de modelos de conducta sexual, que comienzan a definir las actitudes ante la sexualidad y los modos de relacionarse en los planos erótico y afectivo.


  
De los 7 a los 10 años
          En este periodo el niño y la niña son más autónomos, se manejan mejor en el mundo real y conocen su identidad sexual. Por otra parte, la escuela adquiere una mayor importancia en su desarrollo, aunque de poco sirve en esta disciplina si el mundo académico continúa sin aportar ningún tipo de educación sexual reglada. Es un periodo en el que las prohibiciones en todo lo concerniente a lo corporal y a lo sexual se hacen mucho más explícitas. De ahí que las conductas sexuales se hagan menos espontáneas y abiertas, sean más sutiles y ocultas, y logren pasar desapercibidas a ojos de los adultos.

          De manera errónea, estas conductas pueden llevar a considerar esta etapa como de desinterés sexual o periodo de latencia. Sin embargo, persisten los juegos sexuales, que, aunque adquieren unas motivaciones añadidas, parten de la curiosidad como elemento básico. El niño y la niña se afirman en lo que conocen por observación de la conducta de los adultos; son conscientes de las sensaciones físicas y emocionales asociad as al contacto y la cercanía física; experimentan la excitación sexual y la relación afectivo-sexual con su grupo de iguales. Por ello, las actitudes de reprobación o castigo por su curiosidad pueden tener una influencia negativa en el desarrollo posterior de la esfera psico-sexual de la persona.




Preadolescencia.

     En esta etapa se alcanza la madurez biológica, psicológica y social. En este periodo el preadolescente experimenta emociones contradictorias. Por una parte aún no ha abandonado su parte de niño, pero experimenta a su vez sensaciones propias de adulto. El cuerpo del preadolescente ya no es el mismo que el del niño, aunque tampoco evidencia el grado de desarrollo que recién se acentuará en la adolescencia. Respecto al comportamiento, la preadolescencia es una etapa de contradicciones: por un lado, el preadolescente mantiene conductas infantiles pero, por otro, empieza a evidenciar un deseo de autonomía que se acentuará en los años siguientes.

En la preadolescencia suele iniciarse la identificación con el grupo de amigos. El niño que solía estar apegado a sus padres deja paso al preadolescente que se siente identificado con sus amistades, experimentando un sentido de pertenencia.

De manera paralela, la influencia social comienza a ser más fuerte. En la niñez, las personas desarrollan su personalidad a través de lo inculcado por la familia; a partir de la preadolescencia, la influencia que ejercen ciertos líderes externos al grupo familiar (que pueden ser un amigo, un maestro, etc.) se hace más notoria.

Como en toda etapa de crecimiento, la preadolescencia suele incluir ciertos conflictos con los padres y otras figuras de autoridad. Es importante, por lo tanto, que los adultos acompañen al preadolescente mientras le inculcan valores que lo ayudarán en su maduración.




 En la adolescencia

          En la adolescencia la búsqueda de una identidad propia es la tarea central. Se crean conflictos e inseguridades. Los conflictos con los padres son numerosos, ya que suelen presionarle y empujarle a tomar decisiones según sus definiciones. Los jóvenes hacen duras críticas a la sociedad y a sus padres. Se crean amistades sólidas. Este periodo, que ocupa aproximadamente la horquilla entre los 11 y los 19 años, está plagado de cambios muy significativos en el desarrollo de la persona. Cobran una significativa importancia el entorno social, sus normas y los modos de afrontar y resolver los conflictos propios del desarrollo.
            En este momento los jóvenes comienzan a establecer relaciones de pareja. Los padres deben establecer una serie normas de forma consensuada con sus hijos. A partir de ahí los jóvenes pueden tomar sus propias decisiones siempre que respeten los valores y normas de las personas.

La pubertad es un periodo bisagra que queda solapado entre la infancia y la juventud. En términos biológicos, la pubertad se refiere a la fase en la que los niños y niñas presentan su desarrollo sexual. Después llegan los cambios mentales y psicológicos, necesarios para afrontar la vida adulta. Conviene distinguir al adolescente de los adultos y de los niños. No son 'niños grandes', ni 'adultos inmaduros'. Son adolescentes que requieren de especial atención, debido a que empiezan una etapa de grandes expectativas en la que adquieren su propia identidad.




  
En la etapa adulta
  
          Podemos dividir esta etapa en dos periodos, de acuerdo a las dos décadas que abarca: la que va de los 20 a los 30 años, y la que llega a los 40. En la primera, la persona sufre multitud de cambios, sobre todo en el plano psicológico. Es un tiempo en el que se toman decisiones que van a marcar el resto de la vida (modelo de vida, trabajo, matrimonio, responsabilidades). En el plano de la sexualidad es un tiempo de experimentar, conocer, buscar y profundizar en la propia expresión sexual. Conviven la incertidumbre con la completa satisfacción, y está presente todavía la preocupación adolescente sobre la destreza en la práctica del sexo. Si en cualquier aspecto de la vida las creencias y la educación moldean la conducta, en la sexualidad ocurre lo mismo.

          En la medida en que se logra madurez para preguntarse sobre principios y normas relativas a la sexualidad, cada persona adquiere la posibilidad de desarrollar su esfera sexual con total libertad y de vivir de un modo pleno su orientación sexual (heterosexual, homosexual o bisexual). En la segunda etapa se culmina, al menos se espera culminar, la orientación del deseo, el tipo de vida, el estado civil y la estabilidad con la pareja, o, si se prefiere, en solitario. Todos ellos son aspectos que tienen su repercusión en el comportamiento sexual, aunque no desaparecen las condiciones anatómicas, psicológicas y emocionales, y siguen presentes los recuerdos de etapas pretéritas, las fantasías, las asociaciones y expectativas que conforman el entramado del que surge la conducta sexual.
El adulto saludable desde el punto de vista sexual debe de tener ciertos conocimientos y habilidades que contribuyen al disfrute y la salud sexual que son:

·           Comportamiento sexual
·           Salud sexual
·           Sociedad y cultura
·           Desarrollo humano
·           Relaciones humanas
·           Habilidades personales





En la edad madura
         

         Cumplidos los 60 años, la sexualidad sigue desempeñando un papel importante en la vida, pese a la falta de oportunidades para ejercerla y la marginación que sufre la población mayor en la sociedad. Si todo lo concerniente a la sexualidad humana está muy condicionado por una serie de mitos, éstos son especialmente asumidos en nuestra sociedad cuando nos referimos a los mayores y su vida sexual.



Video: el desarrollo humano,https://www.youtube.com/watch?v=I9QxOJm0Dzo


TIPOS DE RESPUESTAS Y CONDUCTAS SEXUALES

      Cuando nos referimos a este tipo de respuestas y conductas se basas es en la formulación y variación de las diferentes maneras de como el ser humano actual ante el acto sexual. Al hablar sobre la respuesta sexual se refiere al estimulo tanto masculina como femenina se compone de cinco elementos que se manifiestan de distintas maneras según el sexo, siendo estos: el deseo sexual, la excitación, la fase de meseta, el orgasmo y la resolución



Fase de deseo sexual

          Procede de nuestros pensamientos la estimulación o la postergación de los impulsos sexuales; estos pensamientos son inducidos por los órganos de los sentidos, en especial la visión, la cual estimula zonas de ensoñación y la fantasía en el cerebro. A su vez, existen conexiones con centros de control hormonal, que secretan especialmente testosterona y luteína que aumenta el deseo sexual. No se observan cambios visibles en el cuerpo durante esta fase, ya que se trata solamente de un proceso mental. La fase del deseo o apetito sexual debe funcionar para que la persona se interese en la actividad sexual.




Fase de excitación

          Esta dominado por el deseo, mediante caricias, los cuerpos se buscan y aprenden a reconocerse, se establece así la intimidad amorosa de la pareja. Las necesidades sexuales difieren mucho de un individuo a otro, el deseo, sus motivos y objetos varían según el caso. Bajo la influencia del deseo el hombre reacciona mediante la erección del pene; la mujer, mediante la lubricación de las vías genitales.

          La erección se manifiesta a través de un fenómeno bien visible, se sabe que estado de flacidez la longitud y el diámetro del pene es variable, de un individuo a otro, o en el mismo, por ejemplo varían por condiciones como la temperatura, el pene en erección es sensible igual a todos los hombres.
         
          Este dato dejara de intranquilizar a muchos jóvenes por la pequeñez de sus de sus órganos genitales, ya que la Virilidad no esta ligada al tamaño ni a la longitud del pene. De la misma manera en la mujer se producen modificaciones en las vías genitales, la vagina elabora un líquido que al lubricar las paredes facilitara el acto sexual, resultado de una fluencia sanguínea en las paredes vaginales, que se tornaran más obscuras y congestivas, el mismo mecanismo produce la erección del pene, la vagina ya esta dispuesta a recibirle.




Fase de meseta

          Esta fase empieza con la introducción del pene en la vagina y finaliza con el orgasmo, en el hombre los testículos aumentan de volumen es un 50% y a causa de un acortamiento del cordón espermático se eleva el escroto. Es ambos miembros de la pareja se producen fenómenos generales, respiración rápida, aceleración del pulso, aumento de la presión arterial. El rubor sexual se acentúa más o menos y pueden producirse contracciones en los músculos, voluntarios e involuntarios, que confieren expresiones faciales inesperadas.

          En la mujer se advierte una elevación y retracción del clítoris que se encuentra cubierto por su capuchón, ello explica el hecho de que el clítoris se haga menos evidente, el tercio inferior de la vagina se estrecha: la abertura del conducto, a ese nivel, se reduce a la mitad, con lo que abraza literalmente al pene; mientras la parte superior de la misma se infla.

          En el hombre se caracteriza por una serie de contracciones rítmicas precediendo la eyaculación; primero surge el liquido de los testículos, y posteriormente el de las demás glándulas. El femenino se caracteriza por contracciones rítmicas del tercio inferior de la vagina no es constante y puede faltar en los primeros coitos; en numerosos casos sólo ocurre después de cierta iniciación y adaptación progresiva a la vida sexual

El orgasmo

          El orgasmo se define como el punto álgido del placer sexual, su culminación, este se presenta tras haber pasado las fases de excitación y meseta suele tardar entre 2 y 5 minutos en alcanzarlo, tras el orgasmo se produce la resolución, la 4ª fase. Durante el orgasmo las pulsaciones y la respiración llegan a la máxima frecuencia e intensidad, se produce una gran tensión muscular y contracciones en la zona ano-genital.

          En el hombre se produce la eyaculación. También en la mujer se puede dar, en algunos casos, un orgasmo líquido, con una eyaculación parecida a la del hombre.

          La mujer es más sensible que el hombre a la atmósfera del lugar, a determino clima, el hombre deberá ser cuidadoso en esos pequeños preludios y ser muy delicado ya que tienen mucho valor para ella, y poder encontrar juntos la satisfacción de sus deseos.



 Fase de resolución

          Esta fase inicia con la relajación de las tensiones musculares, donde el hombre empieza con la reducción del pene a su tamaño habitual, esto en dos tiempos el primero rápido y el segundo más lento, aquí existe un periodo refractario, durante el cual el hombre es insensible a las excitaciones sexuales y su pene no adopta la posición erecta, esto es variable y tiende a prolongarse con la edad.


          En la mujer, se observa el regreso a la normalidad de la respiración del pulso y de la presión arterial, la desaparición del rubor sexual, los órganos genitales vuelven a su posición inicial, primero el clítoris y después la vagina y el útero; finalmente el cuello baja y tiende a dilatarse.



Video educativo: respuesta sexual humana, https://www.youtube.com/watch?v=IhLhM1rgoO4

LA SEXUALIDAD COMO COMUNICACIÓN Y ENCUENTRO

      Actualmente la sexualidad como encuentro y comunicación es esencial llevarla a cabo para lograr una estabilidad emocional como pareja, la sexualidad humana no está solamente limitada a la función procreadora, sino como lo demuestra el hecho de que muchas parejas tienen relaciones sexuales sin el mentor deseo de tener hijos. Es decir, hay momentos en que se desea la relación sexual y sin embargo no son momentos de fecundidad.

   Todo esto conlleva a una conducta que implica la estimulación y excitación de los órganos genitales, porque en el género humano la satisfacción de los impulsos sexuales es aprendida, es decir, vienen suscitados como una capacidad de aprendizaje que convierte el impulso sexual humano en algo imposible de equiparar a las demás necesidades, tomando así los siguientes criterios como importantes:
  • Dialogo a la plenitud al máximo.
  • Debe de existir confianza para acercarse y llevarla a la cama, al igual que  mantenerse para hablar y decir lo que le gusta y lo que no.
  • La comunicación sexual es una doble vía: en la que públicamente se hacen chistes fuertes y en la intimidad no se toca el tema. (el silencio es cómplice de los inconformismos y las frustraciones.)
  • La comunicación sexual, basada en el diálogo y el mutuo interés en las necesidades de la pareja, es uno de los elementos más importantes para lograr la plenitud sexual.
  • Cuando se habla de sexo, el hombre es más desinhibido en sus expresiones, pero menos profundo en sus actuaciones. Mientras la mujer es todo lo contrario, cuando a ella le interesa un tema y, es más, la afecta, se preocupa por buscar soluciones. Cosas como que tipo de caricias o besos estimulan más a la pareja, que posición les causa mayor placer, de que forma estimular las zonas erógenas o si llega o no a lograr el orgasmo no son temas en sus encuentros para el diálogo, cuando estos momentos existen.
  • Normalmente una mala comunicación sexual es signo de una mala comunicación en general, en todos los aspectos de la vida.
  • Todo esto tiende a complicarse más, cuando la relación sexual es usada como forma de reconciliación, para ocultar crisis, desavenencias, incompatibilidades y no surge como expresión de el afecto que la pareja a venido creando en los distintos momentos de su vida de relación.


          Por otro lado la sexualidad debe ser vivida como un medio de relación personal, como un tipo de comunicación y de encuentro entre personas, que entran fenómenos complejos y valiosos para el hombre. Fenómenos que no podemos precisar por el subjetivismo que conllevan; un fenómeno conocido es el estimulo este juega un papel importante, este de define como una relación de la acción mediante la cual ocurre un cambio en el ambiente externo o interno del organismo que induce o provoca una respuesta sexual. En ella se reconocen varios aspectos fundamentales que son tomados en cuenta para mantener una comunicación a través del estímulo tales como:

  • Estímulos Visuales: que son aquellos que incitan al estimular la vista, como personas, revistas, películas, objetos, espejos, lencería, etc.
  •  Estímulos Auditivos: que son aquellos que incitan al estimular la audición, como gemidos, jadeos, palabras, música, etc.
  • Estímulos Olfativos: cuya característica es estimular el sentido del olfato, como perfumes, colonias, aromatizantes, el olor propio de una persona, flores, etc.
  • Estímulos Gustativos: los cuales incitan gracias a su influencia en el sabor, como la miel, leche condensada, crema de chantillí, frutas, etc.
  • Estímulos Táctiles: son aquellos cuya textura influye sobre el sentido del tacto, como la seda, las plumas, las caricias, arañazos, nalgadas, etc.
  • Estímulos Fantaseosos: en los cuales lo que media es la imagen de una persona, lugar, o acción específicas, que no se encuentran presentes de manera física en ese preciso momento, como fantasear con hacer el amor en la playa desierta, en un hotel de montaña, sobre el césped, en un automóvil, etc.


CONDUCTAS SEXUALES

           Existen varios tipos de conductas sexuales que pueden ser admitidas o no por las diferentes sociedades humanas. La conducta sexual humana se basa en complejos procesos de orden psicológico y fisiológico que no es muy diferente de impulsos primarias como el hambre y la sed, pero tiene características peculiares que la convierten en una actividad que se podría circunscribir entre los impulsos más primigenios y las emociones más sofisticadas; y también está afectada por las constantes influencias culturales, tanto arcaicas como actuales.

          Las personas interpretan de forma distinta sus gustos sexuales y desarrollan comportamientos muy distintos. A pesar de todas esas diferencias, la respuesta del organismo ante la excitación sexual es más o menos la misma, con lo que las críticas a ciertas actividades sexuales que no impliquen conculcar los derechos de los demás son totalmente infundadas.

          Las características de la conducta sexual se interpretan en torno a cuatro características: el erotismo, la vinculación afectiva, la reproducción y el sexo genético y físico de cada persona. Dependiendo de cuáles sean los gustos y necesidades en cada uno de estas cuatro características se producirán una serie de conductas sexuales distintas. A parte la conducta sexual se experimenta también de forma psicológica, con la manera de vivir la propia situación sexual. Esto provoca diferentes formas de vivir la conducta sexual de los seres humanos: las más comunes son la heterosexualidad, la homosexualidad (gay y lesbiana), la transexualidad y la bisexualidad, aunque existen otros como el poliamor y conductas individuales como la masturbación. Al igual que otras mas como Fetichismo, Exhibicionismo, Sadismo, Masoquismo, Bestialismo, Necrofilia, Pederastia entre otros.

 Heterosexual

          Se designa con el término de heterosexual a todo aquello perteneciente o relativo a la heterosexualidad. En tanto, la heterosexualidad refiere a la orientación sexual que se caracteriza por la atracción sexual o deseo amoroso hacia aquellos individuos que pertenecen y ostentan un sexo opuesto al nuestro y que se opone ciertamente con la homosexualidad (la atracción sexual entre individuos del mismo sexo) y la bisexualidad (un individuo se ve atraído por personas de su mismo sexo y por aquellos de distinto sexo).





Homosexual

          Se dice que una persona es homosexual si él o ella se siente romántica o sexualmente atraída a miembros del mismo género o sexo. Esto no significa que a los homosexuales les atraen todos los miembros del mismo sexo más que lo que les atraen a los heterosexuales todas las personas del sexo opuesto. Típicamente las palabras "gay" y "lesbiana" se usan para referirse a hombres y mujeres homosexuales. El término "bisexual" se refiere a personas a las que les atraen tanto los hombres como las mujeres.
Los investigadores dedicados a estudiar la sexualidad humana creen que la orientación sexual se desarrolla y cambia durante la vida de una persona. Tener sentimientos o inclusive una experiencia sexual con una persona del mismo sexo no necesariamente significa que una persona es "gay" o bisexual. No es inusual que las personas experimenten con su sexualidad, especialmente durante la adolescencia y al comienzo de la edad adulta.




Bisexualidad

          Cuando se es capaz de amar a personas de ambos sexos. Puede atraerte ambos sexos o uno más que otro y cambiar con el tiempo según las fases por las que la persona transite.
Es una elección más que un momento pasajero, las personas pueden permanecer años con la misma pareja siendo monógamos/as y se pueden mantener prácticas sexuales variadas con ambos sexos y considerarte homosexual o bisexual.

          La orientación sexual no está limitada a la práctica sexual. La orientación sexual abarca muchos niveles diversos: fantasías, deseos, afectividad, atracción etc. En los estudios se demuestra que la sexualidad de las personas es más flexible y menos esquemática.

          Hay personas bisexuales de todos los niveles culturales, países, razas etc. Es el prejuicio y la falta de reflexión y desconocimiento el verdadero obstáculo para vivir con respeto nuestro propio modelo sexual.



Orgia

          Una orgía es una actividad sexual en grupo. También se denomina así a una práctica sin ningún tipo de restricciones, en el sexo, una orgía es una actividad sexual en el cual están presentes cuatro o más participantes. En algunas culturas se han practicado orgías como parte de un rito comunal o una práctica religiosa. La participación en una orgía es una fantasía sexual común. En cuanto a la sexualidad de los participantes.




Prostitución

          La prostitución se define como el acto de participar en actividades sexuales o hacer el sexo a cambio de dinero o bienes. Aunque esta actividad es llevada a cabo por miembros de ambos sexos, es más frecuente en mujeres, aunque también se aplica a hombres. La prostitución puede ser tanto heterosexual como homosexual, y puede involucrar a travestidos y transexuales. El término genérico empleado para referirse a quien la ejerce es prostituto/a.




Autoerotismo

          El autoerotismo es la práctica de auto-estimularse sexualmente. También es como "el fenómeno de espontánea emoción sexual generado en ausencia de un estímulo externo procediendo, directa o indirectamente, de otra persona." La más común práctica autoerótica es la masturbación, y los dos términos son muchas veces usados como sinónimos.

          El uso popular de consoladores (dildos), vibradores, máquinas Sybian, y otros juguetes sexuales se refieren al mismo término. La autofelación, el acto de practicar sobre uno mismo sexo oral, lo lleva a cabo menos del 1% de la población masculina. El autocunnilingus es el acto equivalente con la vulva femenina, y al igual que el autocoitus, es aún más minoritario. Las conductas autoeróticas están consideradas muchas veces dentro del normal desarrollo sexual humano. Por autoerotismo se entiende generalmente la búsqueda en la propia persona de sensaciones o emociones claramente sexuales o que pueden reducirse a un significado sexual. En sentido más específico, es la provocación mecánica de excitaciones sexuales que realiza el individuo solo, de manera consciente y más o menos deliberada, ordinariamente en un contexto de fantasías y deseos eróticos.

          También se usa el término «masturbación» para subrayar el aspecto material de la actuación sexual autoerótica, llevada a cabo generalmente con maniobras manuales.




Fetichismo

          Fetichismo es una parafilia que consiste en la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo a través de un objeto fetiche, como una prenda de vestir o una parte del cuerpo en particular. El fetichismo sexual se considera una práctica inofensiva, salvo en el caso de que provoque malestar clínicamente significativo o problemas a la persona que lo padece o a terceros, pudiendo en este caso llegar a considerarse un trastorno patológico propiamente dicho.

      Los aparatos fabricados con el objetivo de la estimulación o para el juego sexual no se consideran fetiches.




Exhibicionismo

       El exhibicionismo ( mostrar ) es la inclinación de un individuo a exponerse en público de forma espontánea y excesiva. El término también refiere especifica y más convencionalmente a la conducta o perversión de mostrar los órganos sexuales y órganos considerados como partes íntimas como los genitales, glúteos, torso y pechos, a otras personas.




Sadismo

       El sadismo es un comportamiento consistente en sentir placer causando dolor físico o psicológico a otro ser vivo (mujer, varón, niño o animal). Se sabe que los torturadores disfrutan de torturar a sus víctimas. El origen del nombre está en el Marqués de Sade, aunque el sadismo no siempre tiene un carácter sexual.

     Cuando el sadismo tiene carácter sexual es una parafilia, y consiste en una forma de obtener excitación y placer sexual causando dolor físico o humillación. El sadismo implica impulsos sexuales y comportamientos que implican actos reales, no simulados, con o sin el consentimiento de la víctima, en los que el sufrimiento psicológico o físico y la humillación del sujeto sometido es lo que genera la excitación sexual.

     Los actos sádicos pueden involucrar actividades que indican el dominio sobre la víctima: obligarla a arrastrarse, encerrarla en una jaula, inmovilizarla físicamente con cadenas, sogas o esposas, tenerla atada con los ojos vendados, darle una paliza (pegarle, golpearla, azotarla de distintas maneras), pincharla, morderla, quemarla con cigarrillos, aplicarle descargas eléctricas con una picana, violarla, cortarla, intentar estrangularla para dejarla sin respiración sin llegar a matarla, torturarla de todas maneras, mutilarla. Algunos sádicos llegan a matar a la víctima y a otros les alcanza sólo con humillarla.

          El sádico puede violar a la víctima o no. También puede masturbarse sin llegar a penetrarla, o penetrarla con objetos. A veces sólo el acto de la violación implica sadismo sexual.





Bestialismo

          Es una parafilia que consiste en la atracción sexual o incluso la realización del acto sexual entre un ser humano y otra especie. Las personas que sienten esta afinidad o atracción sexual son conocidas como zoófilos o zoofílicos, zoosexuales o simplemente "zoos".

          Para mayor claridad, en este artículo se utilizará el término zoofilia para la atracción sexual, y el término bestialismo para el acto sexual. La zoofilia es considerada en muchas ocasiones como antinatural, y el acto sexual con otros animales como un abuso de éstos o como un "crimen contra la naturaleza" o un "delito nefando".




Necrofilia

          La necrofilia es una parafilia caracterizada por una atracción sexual hacia los cadáveres, al igual que el acto sexual con un ser sin vida, o lo que es lo mismo, muerto. Este curioso acto es considerado pecado mortal por la Iglesia Católica. La realización de este acto puede llevar a la excomulgacion. Es más común en los hombres que en las mujeres, ya que es relativamente complicado que un hombre tenga una erección después de muerto.



  
Pederastia

          Se considera abuso sexual infantil o pederastia a toda conducta en la que un menor es utilizado como objeto sexual por parte de otra persona con la que mantiene una relación de desigualdad.

          El abuso sexual constituye una experiencia traumática y es vivido por la víctima como un atentado contra su integridad física y psicológica, y no tanto contra su sexo, por lo que constituye una forma más de victimización en
la infancia.

          En su mayoría, los abusadores son varones (entre un 80 y un 95% de los casos) heterosexuales que utilizan la confianza y familiaridad, y el engaño y la sorpresa, como estrategias más frecuentes para someter a la víctima. La media de edad de la víctima ronda entre los 8 y 12 años (edades en las que se producen un tercio de todas las agresiones sexuales). El número de niñas que sufren abusos es entre 1,5 y 3 veces mayor que el de niños.

          Los niños con mayor riesgo de ser objeto de abusos son:

·         Aquellos que presentan una capacidad reducida para resistirse o para categorizar o identificar correctamente lo que están sufriendo, como es el caso de los niños que todavía no hablan y los que tienen retrasos del desarrollo y minusvalías físicas y psíquicas;
·         Aquellos que forman parte de familias desorganizadas o reconstituidas, especialmente los que padecen falta de afecto que, inicialmente, pueden sentirse halagados con las atenciones del abusador;
·         Aquellos en edad prépuber con claras muestras de desarrollo sexual;
·         Aquellos que son, también, víctimas de malos tratos.

          Según un cálculo de las llamadas «cifras ocultas», entre el 5 y el 10% de los varones han sido objeto en su infancia de abusos sexuales y, de ellos, aproximadamente la mitad ha sufrido un único abuso.
          Los abusos a menores de edad se dan en todas las clases sociales, ambientes culturales o razas. También, en todos los ámbitos sociales, aunque la mayor parte ocurre en el interior de los hogares y se presentan habitualmente en forma de tocamientos por parte del padre, los hermanos o el abuelo (las víctimas suelen ser, en este ámbito, mayoritariamente niñas). Los agresores completamente desconocidos constituyen la cuarta parte de los casos y, normalmente, ejercen actos de exhibicionismo; sus víctimas son chicos y chicas con la misma frecuencia.




 Masoquismo

          Sadomasoquismo es un acrónimo de los términos sadismo y masoquismo. Donde se dice que el sadismo la obtención de placer al realizar actos de crueldad o dominio. Este disfrute puede ser de naturaleza sexual y consensuada, en cuyo caso se considera una de las parafilias que se engloban bajo el acrónimo BDSM. En caso contrario, puede ser indicativo de trastorno mental o el resultado de emociones humanas como el odio, la venganza e incluso ciertas concepciones arcaicas de la justicia. Estamos, pues, ante una polisemia con matices de significado netamente diferenciados.

          El término sadismo viene del Marqués de Sade, escritor y filósofo francés autor de numerosas obras donde el sadismo sexual ocupa un papel de gran importancia.


          Su antónimo y complemento potencial es el masoquismo. El masoquismo es la obtención de placer al ser víctima de actos de crueldad o dominio. Este disfrute también puede ser sexual o asexual. La característica fundamental del masoquismo que lo distingue de otros tipos de sumisión es la algolagnia, esto es, la satisfacción obtenida sufriendo dolor físico en distintos grados.



Video: conducta sexuales,https://www.youtube.com/watch?v=J2LMYnZ99j0